Los habitantes de Corea del Sur reparten su tiempo en jornadas laborales de hasta 12 o 14 horas diarias, de 7 de la mañana a 10 de la noche. No es extraño que el tiempo que pueden invertir en la compra quede reducido a sus pocos ratos de ocio, normalmente el fin de semana, y que por tanto el ir a «pasar la tarde del sábado en el centro comercial» que aquí ha sido tanto en boga, no tenga sentido en este país asiático.

Consciente de esta carencia la cadena británica de supermercados TESCO, muy presente en Corea del Sur con el nombre de Home Plus, ha decidido dar la vuelta a la lucha por atraer al consumidor e incrementar las ventas. ¿Cómo? Haciéndose su y llevando al extremo la famosa expresión de «si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma». Es decir, sacando los lineales del supermercado y llevándolos allí donde está su cliente potencial.

El lugar para hacer la prueba han sido las estaciones de metro de Seúl, y la innovación ha tomado el nombre de Tesco Homeplus Virtual Subway Store, es decir, un supermercado virtual ubicado en las estaciones de metro, donde los compradores aprovechan los ratos muertos de espera para comprar a través del smartphone.

[Youtube http://www.youtube.com/watch?v=fGaVFRzTTP4]

De este modo, TESCO (o Home Plus) ha transformados los tradicionales anuncios estáticos de las estaciones de metro, que han pasado de ser un impacto informativo unidireccional a un espacio interactivo. No sólo abre nuevos espacios de comunicación con los clientes, sino que les aporta un beneficio ahorrándoles tiempo y dolores de cabeza y, por tanto, los fideliza.

Ahora sólo habrá que esperar que la experiencia no se convierta en un deporte de riesgo, cuando en hora punta los compradores / usuarios del metro intenten pasar de la sección de quesos en la de bebidas o perfumería mientras su tren ya se acerca a la estación.

Y todavía otro planteamiento: sería extrapolable a nuestro este nuevo modelo de compra y consumo? Cuesta imaginar las paradas de metro de Plaza Cataluña, Paseo de Gracia o Sants convertidas en tiendas virtuales y llenas de gente manejando los teléfonos un día laborable cualquiera. Pero ligado a una buena estrategia de marketing, este modelo no sólo nos puede ahorrar tiempo sino que puede convertirse en una nueva forma de entretenimiento y, sobre todo, en otro buen motivo sostenible para optar por el transporte público en las ciudades.