El gènere de les xarxes socials: Pinterest i Manteresting
Podría ser divertido dedicarnos a crear el perfil «personal» de cada red: Twitter podría ser un hombre joven, de treinta y pocos años, moderno y dinámico, corriendo por mundo pegado al Iphone; Facebook una veinteañera y largos, cargada de proyectos y con muchas cosas que decir; Hotmail sería un hombre ya veterano y Gmail una mujer ordenada y finita. El ejercicio puede parecer un poco tonto, subjetivo y totalmente irrelevante. Las redes sociales no tienen, de género. No han tenido nunca y nunca tendrán. O sí?
En medio de la gran proliferación de redes sociales, una de las que últimamente ha subido como la pólvora ha sido Pinterest, una red pensada para encontrar, filtrar y organizar imágenes, que se ha convertido en uno de los principales generadores de tráfico en Europa y Estados Unidos. Esta red ha causado furor entre un público mayoritariamente femenino, por lo que los pinos que más abundan son de imágenes relacionadas con moda, decoración, gastronomía, paisajes, fotos románticas y creativas y tendencias en general.
Estas temáticas, al parecer, han acabado generando la fuga del público más masculino que, sin embargo, no ha querido prescindir de los atractivos de esta red social. La alternativa que han encontrado es la creación de un clon: Manteresting, la primera red social dedicada y construida exclusivamente por y para un público masculino. Desarrollada por Jesse Michelsen y Brandon Hess, dos jóvenes empresarios norteamericanos, Manteresting funciona prácticamente igual que Pinterest pero apela a los hombres a compartir imágenes, citamos literalmente, «para satisfacer especialmente la población masculina». Entre estos temas se localizan todo tipo de imágenes, desde cocina, decoración o paisajes hasta chistes, tecnología y nuevas tendencias. Pero mentiríamos si negáramos que los deportes, los coches y, sobre todo, las mujeres guapas con poca ropa se llevan la palma.
No es bueno ser tajante: no todos los hombres huyen de Pinterest, ni todos los que tienen cuenta en Manteresting comparten imágenes de mujeres semidesnudas como poseídos. Sería injusto y falso hacer esta afirmación. Pero no deja de ser curioso que, mientras la lucha por la equiparación de los derechos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida sigue en pie, la diferencia de los géneros se haga patente en un espacio a priori asexuado como las redes.