Cada año esperamos el día de Sant Jordi con ganas de pasear entre paradas de libros, oler rosas y participar en alguna de las muchas actividades relacionadas con la cultura, la lengua catalana y la literatura que se hacen en infinidad de espacios públicos. Este año, ya hace días que anticipamos la fiesta a través de las redes sociales donde han surgido un gran número de iniciativas relacionadas con este hito cultural.
Nos ha gustado especialmente descubrir la iniciativa de Boolino, una nueva red social que apenas está dando sus primeros pasos y que ha nacido en Barcelona con el objetivo de fomentar el hábito de lectura entre los niños y asesorar a los padres en la búsqueda del libro más adecuado. Al crear su perfil gratuito, los usuarios definen las preferencias y edades de sus jóvenes lectores para, a partir de esta información, rastrear una base de datos en expansión que ya tiene más de 28.000 títulos. Boolino también contiene noticias y una completa agenda de actividades, y permite a los usuarios hacer recomendaciones, seleccionar libros favoritos e interactuar con el resto de la red. La única pega? A pesar de tener libros en castellano y en catalán, estos últimos todavía son poco visibles, y no existe una opción de filtro de idioma para la selección de los títulos.
Más allá de este proyecto que apenas ha establecido sus fundamentos, la red está repleta de propuestas originales, participativas y muy sugerentes. Por ejemplo, el Grupo 62 ha colgado en Internet El Final Perfecto un relato inacabado que busca su desenlace a través de #elfinalperfecte. También en Twitter, la empresa Moritz y Màrius Serra están escribiendo un relato coral a partir de los tweets que reciben a #7deStJordiZ.
Otra propuesta nos llega de la Dirección General de Política Lingüística de la Generalitat, que con el club TR3SC ha impulsado el concurso Llenguadrac, un homenaje a Avel·lí Artís Gener, Tísner, el año del centenario de su nacimiento. Se trata de resolver jeroglíficos, letras habladoras y adivinanzas a través de Facebook y Twitter. Tampoco Omnium Cultural podía ignorar el Sant Jordi más virtual: en La lanza que proyecta nuestra cultura pide a los navegantes que respondan preguntas como el título que regalarán este año, a cambio de optar a un lote de libros.
Casi podríamos celebrar Sant Jordi parapetados tras la pantalla del ordenador. Pero nosotros nos decantamos descaradamente para calentar motores en la red y dedicar el lunes a empaparnos de diada corriendo por las calles. Eso sí, equipados con un buen Smartphone…