Las necesidades de comunicación para las empresas van en aumento. No se trata de comunicar por comunicar, de hacer publicidad sólo para estar presente en los medios, de tener una página web simplemente porque hay que ser en la red y de hacerse una cuenta en Facebook porque allí está todo el mundo, sino de dar informaciones a el tamaño de accionistas, trabajadores, clientes y proveedores, escogiendo y adaptando cada canal a unos públicos concretos ya unas necesidades específicas.
En época de bonanza muchas empresas no han creído necesario apostar por la comunicación. Y ahora, en tiempos de vacas flacas, demasiado piensan que los recortes deben empezar por departamentos y áreas supuestamente prescindibles como, evidentemente, la de comunicación. Otras, en cambio, han entendido como necesario hacer un esfuerzo para comunicar, convencidos de que hoy en día con muy poco dinero se puede llegar muy lejos, y que su credibilidad y capacidad relacional saldrán reforzadas.
De todo esto es lo que precisamente habla el periodista de La Vanguardia Jordi Goula en el artículo «O comunicas bien o te hundes!», Que hoy hemos querido recuperar.