Este mes hemos cerrado un proyecto singular: el del posicionamiento, relato y página web con venta online deFortune Strings. El reto, más allá de entrar en el mundo de los violonchelistas profesionales que requiere una inmersión técnica en el ámbito de la música, ha sido más que estimulante para establecer puentes entre la cultura oriental y la occidental.L’empresa, formada a partes iguales por europeos y chinos, tiene el centro de producción de cuerdas de violonchelo y violín en China.
El primer reto estimulante para hacer el posicionamiento del producto en el mercado fue ponernos en la piel de un violonchelista profesional. Para que un violonchelista de
primer nivel cambia de fabricante de cuerdas de violonchelo? Cómo se comporta en el proceso de compra, de prescripción y de cambio? De la mano de Courdin Couray, violonchelista profesional suizo y jefe de I + D de Fortune, y de Jordi Palau, músico y socio del proyecto llegamos a encontrar los atributos clave para promover el cambio y al mismo tiempo los atributos técnicos que valoraban de una cuerda.
El segundo reto fue conectar con los socios chinos y explicarles que el marketing en Europa tiene componentes bien distintas desde las del marketing chino. Las reuniones con los empresarios chinos fueron increíblemente enriquecedoras. Sabíamos que no era fácil para un chino entender el planteamiento estratégico o cualquier acción de marketing en Europa. Pero en cambio, el feedback recibido fue muy estimulante.
Después de construir un posicionamiento y un argumentario de ventas, construimos el storytelling o el relato del proyecto. Nada más que proyectar uno de los ámbitos más potentes de la cadena de valor: una familia de chinos empujados por un violonchelista profesional que buscaba el sonido perfecto de la cuerda LA del violonchelo que han aprendido a amar la música y la técnica a partes iguales . La suma de Oriente y Occidente, la nueva ruta de la seda a través de las cuerdas de violonchelo.
Y mostrar cómo la entrega de la familia ha llevado a hacer conciertos de violonchelo en la fábrica repetidamente hasta que cada uno de sus trabajadores ha sido capaz de entender cada sonido del instrumento que Pau Casals llevó a las Naciones Unidas. Tal y como sintetiza su claim: Improving tradition.
Fortune Strings es una muestra de los proyectos que nos estimulan para que requieren una doble dosis de sensibilidad, esfuerzo para entender la parte más técnica del proyecto y superar puentes culturales. Como dicen ellos mismos en la web: Good words. Good people!