Os preguntaréis qué hacemos con el trinxat de la Cerdanya en las Ramblas de Barcelona? Pues os lo queremos explicar porque creemos que es una experiencia muy particular. Ver posible emocionaros al comprar un pan de hígado, que unas patatas enmascaradas os saquen una sonrisa o que un picadillo os haga saltar de alegría? Pues este era nuestro objetivos en las ramblas de Barcelona. La calidad de los productos, el hecho de ser cocinados como en casa nos transportan a nuestra infancia y nos hacen rememorar los platos que nos preparaban nuestras abuelas. Nuestro objetivo va más allá de vender productos, de eso ya se cuida la propia marca; nosotros lo que queríamos era vender emociones, sensaciones y experiencias a través de Carlit.

Carlit es una empresa de productos alimenticios de la Cerdanya. Desde Dívik aplicamos el marketing emocional para que todos los clientes de Carlit se conviertan en Fans de la Cerdanya. Queremos que sientan la verdadera pasión por la montaña y porque a través de ella sientan el placer de una comida sana, sabroso y cocinado tradicionalmente. De esta manera cuando prueben los productos de Carlit tendrán la sensación de tener un trocito de la Cerdanya a su plato.

Por ello, hicimos un experimento bastante atrevido. Cogimos el trinchado, el plato más identificativo de la Cerdanya, y nos instalamos en Barcelona. Queríamos saber si en la capital había #fanscerdanya y que era para ellos la Cerdanya. El resultado han sido unos micro-vídeos de testimoniales, la mayoría barceloneses dando su espontánea definición de la Cerdanya. Si desea descubrir lo que es para algunos la Cerdanya os invitamos a ver estos vídeos.