Cuando conocí el tándem de Gallina de Piel Wines, David Seijas y Guillem Sanz, me quedé fascinada de la creatividad y la sensibilidad desbordante.
Ya hacía unos años que el ex sumiller del Bulli, reconocido como uno de los mejores sumilleres de Europa, abanderaba un proyecto que tenía diferentes vinos en el mercado.
Pero enseguida percibí que todo era diferente a otras bodegas, bodegas, enólogos y demás que había conocido.
David Seijas había mamado innovación y creatividad durante 10 años intensos en el Bulli, y aportaba su talante personal al proyecto, dotándole de un tono de marca tan propio como él mismo: con sensibilidad y el punto de “gamberrismo” o travesura justo que te hacen reír.
Gallina de Piel se había ido consolidando y contaba con la comunicación como una de las patas fundamentales del proyecto, a través de varios profesionales especializados en distintas áreas: redes sociales, relaciones públicas, fotógrafos, etc.
Comunicar el valor diferencial del proyecto era la clave. Alinear en un mismo posicionamiento a todos los actores que intervenían en la comunicación, también.
Así que les propuse una sesión de reflexión estratégica para cerrar el posicionamiento, alinear el relato y facilitar una hoja de ruta para todos los que participábamos en la comunicación.
En la sesión alineamos el posicionamiento, los atributos clave que debían ser percibidos y los territorios de marca sobre los que pivotarían cualquier acción de comunicación. Participaron tanto el equipo de Food&Media, responsables de las redes sociales, como el equipo de Dilobienalto. Así que salimos alineados en lo que todas y todos debíamos proyectar en cada una de las acciones respectivas que hacíamos.
Del trabajo conjunto salió un posicionamiento claro que definimos en un Manifesto, apostando por una categoría que nos diferenciaba, nos hacía sentir cómodos y resumía nuestra forma de entender el vino: la #NoBodega. Y no era una negación de la bodega tradicional, sino una forma de expresar el valor diferencial de todo el proyecto.
Posicionar, alinear i llançar! Una meravella ser part d’aquest galliner!