Que una buena parte de los ciudadanos de la Unión Europea sentimos las instituciones europeas lejos o más que lejos es una realidad. La comunicación debería ser lo suficientemente fluida como para romper este tópico y hacer llegar a los ciudadanos la influencia de Europa en nuestro día a día. Está claro que comunicar con consenso desde 28 prismas diferentes de cada uno de los Estados miembros, desde sus diferentes (Bruselas, Estrasburgo y Luxemburgo) y con un tempo de toma de decisiones pesado y ralentizado por la dificultad de encontrar consenso en el entramado de los miembros, no es fácil.

El próximo mes de mayo habrá unas elecciones europeas singulares: las primeras en las que los ciudadanos podremos elegir el presidente de la Comisión Europea. Por este motivo y para conseguir que la distancia entre ciudadanos y Europa se acorte, y los electores tomemos conciencia de la importancia de nuestro voto, desde hace unos meses Europa ha apostado por el periodismo y la comunicación de proximidad.

 

Así, como hace unas semanas viajamos a Bruselas en el marco de un programa dirigido a periodistas y agentes de comunicación de proximidad. El programa, tan intenso como interesante, no sólo nos permitió interlocutar con diferentes actores de la Comisión, el Consejo de Europa o el Europarlamento (eurodiputados catalanes, portavoces de comisarios, altos representantes de las instituciones, delegado del gobierno de la Generalitat en Cataluña …), sino que nos permitió ver la telaraña de infraestructuras y herramientas europeas dirigidas a la comunicación.

Aparte de entender la complejidad de la comunicación europea (ver cómo se generan miles de notas de prensa, cada una de las cuales está traducida a 24 lenguas, por ejemplo), pudimos constatar que Europa está preparada para acercar la comunicación hasta el periodismo de proximidad.

Los estudios de radio y televisión increíbles que hay en cada una de las instituciones están abiertos a hacer conexiones en directo sin problemas, la accesibilidad del servicio de prensa facilita el contacto con los representantes institucionales, y el montón de herramientas de información en red hacen que tener unas declaraciones recién cobre de cualquier alto representante europeo, sea fácil para cualquier periodista acreditado.

Una vez terminado el viaje, la sensación que nos quedó fue que los periodistas de proximidad no aprovechamos los recursos de comunicación que tenemos a nuestra disposición, sea por desconocimiento o por el mismo convencimiento de que estas políticas nos quedan lejos.

En cualquier caso, en un momento histórico como el que estamos viviendo en nuestro país, vale la pena apostar por estrechar lazos con Europa. Desde la comunicación de proximidad, podemos hacer un gran trabajo para los ciudadanos y por el país.